sábado, 29 de septiembre de 2007

5º DÍA DE LA NOVENA DE SAN FRANCISCO DE ASÍS: EL SEÑOR ME DIO HERMANOS.

Dice San Lucas ( 8, 19 ) y concordantes sinópticos: " Entonces su madre y sus hermanos vinieron a él; pero no podían llegar hasta él por causa de la multitud. 8:20 Y se le avisó, diciendo: Tu madre y tus hermanos están fuera y quieren verte. 8:21 El entonces respondiendo, les dijo: Mi madre y mis hermanos son los que oyen la palabra de Dios, y la hacen", sin extenderse en un prolijo exordio Jesús sentencia sobre los verdaderos parientes que no son por la carne y la sangre sino por la "participación" en Cristo Resucitado. En otro pasaje del Evangelio de Lc ( 11:27 ) dice: "Mientras él decía estas cosas, una mujer de entre la multitud levantó la voz y le dijo: Bienaventurado el vientre que te trajo, y los senos que mamaste. 11:28 Y él dijo: Antes bienaventurados los que oyen la palabra de Dios, y la guardan". Jesús en ningún momento desprecia la maternidad de la Virgen María pero, en estas respuestas, está inmanente todo el gran misterio de la Creación, con mayúscula, y la soteriología cristiana, es decir, la participación en Cristo Resucitado, la identificación con Él y, como nos legó nuestro Padre San Francisco de Asís, el "ipse christus", es decir, como ya expusimos en otra meditación, no ya fue el otro Cristo sino que se identificó miméticamente y, hoy día lo expresaríamos, diciendo que llegó a tener el mismo ADN de Jesús-Cristo. Por esto, en su Testamento 14, dijo: "Y después que el Señor me dió hermanos, nadie me mostraba qué debía hacer, sino que el Altísimo mismo me reveló que debía vivir según la forma del santo Evangelio" .Es importantísimo fijar la atención en la frase en latín: " ipse Altissimus revelavit mihi" "el Altisimo mismo me reveló" y, en esta frase, que es un sonoro y valiente aldabonazo para aviso de teólogos, Francisco no dice, taimadamente, que no tuvo un sueño o que oyó una voz o que creía que Jesús le había dicho, sino, al contrario, es contundente al decir que fue Jesús mismo el que le dijo y, más que el verbo decir o comunicar, emplea un verbo que conlleva connotaciones encarnatorias y participación mistagogica ( guia, conducción al misterio ) por lo que Francisco de Asís nos dice que el Señor lo hizo partícipe de los misterios creacionales. Pero, aparte de esta puntualización, lo verdaderamente significativo y digno de destacar es que el don o gracia que Jesús le regala: los hermanos, lo vincula y lo enmarca dentro del "IPSE REVELAVIT MIHI", lo que quiere decir que los nuevos parientes de Francisco , hijos del Amor del Padre y del Hijo, son sus hermanos espirituales y por tanto se da cumplimiento a lo que Jesús dijo en su vida escatológica y que Lc y los otros sinópticos recogieron en sus Evangelios. Para poder incorporarnos a este mundo de participación carismática cojamos la epístola de Francisco: 2 CtaF, 48-54 y descubriremos una relación esponsal con el Señor que nos dará trascesdencia a todos los actos de nuestra vida.

QUE EL SEÑOR OS BENDIGA Y OS GUARDE OS MUESTRE SU ROSTRO Y TENGA MISERICORDIA DE VOSOTROS.

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