Si cogemos el Evangelio de San Juan, quizás sería mejor llamarlo "MENSAJE", pues la palabra Evangelio no figura en el vocabulario empleado por San Juan, veremos una progresión hacia una concepción esponsal de todo su "Mensaje Evangélico". Empieza con Jn 1,27: "El que viene detrás de mí, a quien no soy yo digno de desatarle la correa de su calzado", clara alusión al signo de desposorio , como se recoge en el pasaje de Rut, 4, como forma de sancionar un contrato o "Alianza", en Dt 25, 5 y s.s. Esta manifestación de Juan Bautista, que es una verdadera proclamación, transcurre en un marco que rezuma, por doquier, ecos esponsales y por esto Juan puntualizará, con una clara intencionalidad, que: "Estas cosas pasaron en Betania" lugar donde Jesús, después de la resurrección de su amigo Lázaro, elegirá pasar la Pascua con su nueva comunidad, la comunidad del Amor, en un pueblo nuevo al que se dirigió: "a Betania" lo cual indica lugar impreciso pues la Pascua, a partir de ese momento, se celebrará en el "pueblo donde el Amor se haya encarnado en los corazones desbordantes y deseosos del Encuentro con Jesús". Después de este introito Juan nos conduce directamente y en clave creacional, siete días después, al lugar de la gran Alianza entre Dios y el humus antropológico: Las Bodas de Caná. Esta Boda no es estéril sino que, al contrario, será fértil como estrellas tiene el cielo y más, por esto, Juan el Bautista dirá: " No soy yo el Mesías sino "He sido enviado delante de él" . Quien tiene la esposa, éste es el esposo". El Mesías, Jesús, viene para engendrar hijos al Padre. Por esto Jesús dirá: " No ruego por éstos solamente, sino también por los que crean en mi por medio de su palabra, que todos sean "UNO", como tu Padre, en mi y yo en ti". Francisco de Asís es la progenie engendrada por Jesús para el Padre y, como dice el Señor, éste hijo del Padre, a la vez, fructificará esponsalmente y engendrará, por mediación del Parákletos-Amor, un ingente de estrellas que cubrirán por completo el cielo azul y que todos serán UNO, en Jesús por medio del Amor-Espíritu, y el Padre, que es UNO en el hijo, ´también lo será en todos ellos.
QUE EL SEÑOR OS BENDIGA Y OS GUARDE OS MUESTRE SU ROSTRO Y TENGA MISERICORDIA DE VOSOTROS VUELVA A VOSOTROS SU FAZ Y OS CONCEDA LA PAZ.
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